jueves, noviembre 10, 2005

El misterio del elefante

Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, y dentro de ellos, mi preferido era el elefante. Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y, sobre todo, por su descomunal fuerza.
Pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado, mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era solo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Por qué el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un palito de fósforos?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir?
Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente (la edad no es un impedimento para percibir la coherencia, o la falta de ella, en lo que la gente nos dice)
Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: -Si es cierto que está amaestrado, entonces... ¿Por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.
Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta.
Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito, con solo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquel momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo librarse. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...
Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia, y se resignó a su destino. El elefante dejó de luchar para liberarse.
Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE HACERLO. Tiene grabado en su mente el recuerdo de sus, entonces, inútiles esfuerzos, y ahora ha dejado de luchar, no es libre, porque ha dejado de intentar serlo. Nunca más intentó poner a prueba su fuerza.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a varias (cientos) de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que "no podemos" con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente: No puedo... No puedo y nunca podré.
Crecimos portando ese mensaje, que nos impusimos a nosotros mismos, y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber cuales son nuestras limitaciones AHORA, es intentar de nuevo, poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZÓN.
Espero que esta simple historia los cargue de energía como para creer que en la vida no hay imposibles!

7 Comments:

At jueves, noviembre 10, 2005 10:26:00 a. m., Blogger XXX said...

No, no comparto tu placer. No me gustan los circos y tampoco lo zoológicos. me parecen lugares depresivos. Lamento tanta conciencia ecológica.

 
At jueves, noviembre 10, 2005 12:09:00 p. m., Blogger Adrian Pegaso said...

Es aceptable tu comment... ya que no todos en este bendito planeta somos iguales...

Lamento que no hayas podido disfrutar de cosas que, al menos siendo niños, nos supieron hacer felices y hasta tambien sacarnos alguna lagrima...

Estas invitado a opinar siempre en mi blog...

Saludos
Adrian

 
At jueves, noviembre 10, 2005 1:25:00 p. m., Blogger Sam said...

cheee eso no era el sentido del post... no era para analizar lo que hacen los circos... pero buee..

Tenes razon adrian, la historia yo la sabia pero nunca lo analice con respectos a nuestras vidas. Nuestros padres inconcientemente, nuestra sociedad indirectamente...son todas estacas... pero bueno hasta que alguien (vos en este caso) no nos hace darnos cuenta, nosotros podriamos vivir toda la vida sin intentar porbarlo de vuelta...

 
At jueves, noviembre 10, 2005 6:47:00 p. m., Blogger Adrian Pegaso said...

Sami, en si... a mi esto me lo pasaron... y me parecio interesante compartirlo con uds...

Tal cual tambien vos decis, la idea no era criticar a los circos... (parece que este muchacho solo leyo 10 renglones) sino el mensaje que tiene la narracion...

A mi me gusto... deja ver un buen contenido.

Muacks

 
At viernes, noviembre 11, 2005 7:21:00 p. m., Blogger Jess said...

Me gusto mucho tu blog y en especial este mesaje, tiene mucha verdad... y el chico ese q solamente leyo los primeros 10 renglones se perdio lo mejor. Espero q sigas escribiendo cosas como estas... y estas invitado a visitar mi blog...

 
At sábado, noviembre 12, 2005 5:50:00 p. m., Blogger bloggeristic said...

plap!! plap!! plap!! (aplausos) bueno usemos un poco la imaginacion, jaa yo que me jacto de haber leido y saber mas historias que cualquiera de mis amigos, esta no me la sabia y es excelente, gracias adrian

 
At lunes, noviembre 14, 2005 8:57:00 p. m., Blogger Adrian Pegaso said...

Jess: gracias por tu visita y por tus comments... He empezado a visitar la tuya!!! Espero verte mas seguido.
Oveja: eeehh! cuanta adulacion!!!! naaaaah... el cuentito esta bonito y fue lindo que a todos les haya gustado...!! Gracias a uds por sus comments

Beshosh

 

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